Cada Hijo es perfecto, y cada Padre también
Esta frase cambió mi percepción y abrió mi corazón.

Cuántas veces me observe juzgando a Padres que no cuidaban a sus Hijos. Cuantas veces juzgue a una Mamá que entregaba a su Hijo en brazos de otra. Cuántas veces he dicho: “qué mala Madre o qué mal Padre”. Cuántas veces me sentí mejor que otros.
Cada Mamá es perfecta para su Hijo, cada Papá también.
Todos damos lo que podemos y si no damos más, es porque no podemos.
Es raro pensar así, ¿no? Seguramente esto es algo nuevo para ti, como lo fue para mí cuando empecé a transitar el camino de las Constelaciones Familiares y la mirada amorosa e inclusiva del Alma y del Espíritu.
Esta mirada nueva nos lleva a una comprensión mayor, a un lugar más grande, inclusivo, pacifico y respetuoso. En este lugar todos somos iguales, y desde este lugar podemos ayudar mucho más.